El neoliberalismo capitalista acecina al pueblo puertorriqueño.
Clasistas:
Los clasistas - ricos y acaudalados de Puerto Rico - y sus lacayos políticos vendidos como cerdos al capital, se burlan del pobre, del obrero que trabaja por necesidad. Se burlan del que día a día suda la frente para mantener a su familia y aportar a su país. Se burlan de las manos que producen la riqueza que ellos defienden con uñas y dientes y de la que no quieren compartir ni un centavo. Los tratan públicamente de garrapatas, crápulas, de terroristas, de vividores; ¡que se conforme esa gente con la miseria en que viven! porque... !así es la vida! (such is live). Escupen la cara del humilde diciéndole que deben conformarse con mirar al rico revolcarse en la opulencia. Gente que manifiesta en sus círculos sociales comentarios como: ¿Que se cree esa gentuza?
Que fácil se le hace a esta gente, sin calidad humana ni religión, vivir entre el lujo que provee la explotación del ser humano, y que difícil para ellos entender que la pobreza y miseria del ser humano es el resultado de la riqueza de otros.
Despidos en el gobierno:
Los despidos en el gobierno de P.R. incluye a parejas de esposos; dejando así la familia desprovista de todo bien. También nuestros hijos pierden sus trabajos. Cientos de miles de personas no tienen para comida, medicinas, luz, agua, gasolina, renta, hipoteca, se queda el humilde sin techo. La depresión abate el pueblo, suicidios a granel, malos pensamientos nublan la mente de nuestra gente. Aumenta la criminalidad, Puerto Rico es tierra de nadie. Puerto Rico cae.
Las calles están llenas de protestas, y como resultado de la orden del gobernador, el maltrato por parte de la policía al desprovisto, al humilde, al que no tiene nada, es la orden del día. Estos policías son inconscientes, estúpidos y vendidos al capital. Grandes cuerpos con músculos poderosos, pero sin cerebro. Así los quiere la oligarquía. Como robots, programados para matar, sin hacer preguntas, acéfalos por completo.
Los Bancos:
Los bancos hacen su agosto arrebatandole sus casas a los padres de familia que han quedado desempleados. Roban al humilde su patrimonio sobre la parte del valor de la propiedad, que con gran sacrificio, ya han saldado. Es robo legalizado. El gobierno elegido no interviene. Las leyes protegen a los ricos bancarios. Todo es para los oligárquicos. El dinero les ha dado el poder para que estos fascistas aterroricen a nuestro pueblo. Ese es el sistema que han implantando. Crean las crisis y ganan mucho dinero en el proceso.
Los salarios:
Los salarios de los empleados públicos se convierten en ganancias para las empresas privadas. Corporaciones recién creadas por blanquitos que pertenecen a la oligarquía que puso en el poder a Fortuño, se llevan contratos millonarios. Le quitan al humilde su salario para entregarcelo al rico capitalista. Ambición desmedida que no mira edades ni necesidades. Ambición que no tiene patria ni lealtad.
Ley, constitución, golpe de estado:
Se viola la ley de personal de las agencias de gobierno y a la vez la constitución de Puerto Rico. Gente de la empresa privada, que no fue elegida en las pasadas elecciones, tomó el control del gobierno. Es un claro golpe de estado. La situación es peor que la de Honduras. Lo llevaron a cabo engañando al pueblo en el proceso eleccionario que se supone sea un ejercicio de la democracia. Nadie cae en cuenta. Nadie lo protesta de la forma debida. El engaño les permitirá robarse todo el patrimonio de nuestro pueblo.
Terroristas, ¿Quienes?Estos ricos tienen la desfachatez de llamar terroristas a los unionados que defienden los derechos de los trabajadores. Según la oligarquía, estos terroristas no deben interrumpir el flujo de gasolina, alimentos o medicamentos hacia el pueblo. Que ironía, ellos han desprovisto de todo esto a más de 24,000 familias en el país, pero ese acto no lo consideran terrorismo. ¿Quienes son los terroristas?.
Despertemos:
El pueblo debe despertar. Iremos asta las ultimas consecuencias. Hay que luchar contra la tiranía de los ricos. Hay que sacar a sus lacayos del poder. Todo llegará a su tiempo. Mientras tanto, lucharemos, resistiremos y al final, triunfaremos.
"Muchas veces, para resistir efectivamente una injusticia hace falta quebrantar el orden legal que a menudo privilegia a los más ricos"