La mendicidad es una situación marginal extrema. Los mendigos o «sin techo» suelen pedir limosna para subsistir y viven en cualquier parte de la ciudad.
El «Cuarto Mundo»
En el mundo desarrollado vive aproximadamente un 20% de la población mundial. Ahora bien, no todos los que habitan en él tienen un nivel de vida aceptable. Como ocurre también en los países más pobres, unos pocos concentran la mayor parte de la riqueza.
El crecimiento de la riqueza global en los países desarrollados va acompañado, paradójicamente, de un aumento de los contrastes y, sobre todo, de un incremento de la población pobre. Así por ejemplo, en Estados Unidos, las 400 mayores fortunas del país concentran un volumen de recursos equivalente al ahorro de todo el resto de ciudadanos estadounidenses, mientras que veinte millones de personas pasan hambre vanos días al mes, según un estudio de la Universidad de Harvard.
La expansión de este fenómeno, asociado en una buena parte de los casos a los problemas de marginalidad en áreas urbanas, ha llevado a acuñar un nuevo término: el «Cuarto Mundo», para denominar al colectivo de población más desfavorecido en espacios desarrollados. Es decir, el «Cuarto Mundo» lo componen los pobres de los países ricos.
Causas de la pobreza en los países ricos
Una de las razones que explican el crecimiento de la pobreza en los países desarrollados es la importancia creciente de los movimientos de inmigración, en una buena parte de los casos, ilegal.
Efectivamente, muchos de estos nuevos pobladores, mayoritariamente en destinos urbanos, se ven rechazados por una sociedad racial y culturalmente diferente, que les asigna casi siempre los trabajos despreciados por su propia población, cuando no les cierra totalmente las puertas del trabajo legal, lo que les obliga a actividades ilegales o de economía sumergida: venta ambulante, mendicidad, prostitución, tráfico de drogas, etc.
El rechazo social y la falta de expectativas marcan a estos colectivos compuestos no solo por población extranjera inmigrante, sino también por grupos diferentes desde el punto de vista étnico, como los gitanos en Europa o los negros en América1 o social, como las personas mayores con pocos recursos.
A esa marginación étnica y social hay que añadir, además, la correspondiente al género, pues se calcula que aproximadamente dos tercios de los pobres del mundo son mujeres.
A finales del siglo XX en la Unión Europea había más de cincuenta y dos millones de pobres. El problema alcanza especial intensidad en los países del sur (Italia, Portugal, España y Grecia) e Irlanda. Los colectivos más afectados son los jóvenes, las mujeres y los ancianos.
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http://www.portalplanetasedna.com.ar/poblacion12a.htm
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