Un caso de obesidad que se convierte en anorexia

Muchas personas no logran controlar su peso. Algunos debido a su obsesión por la comida, y otros debido a un metabolismo demasiado lento. Sea cual sea la razón, esta condición provoca que muchas personas tomen malas decisiones sobre como resolver su problema. Peor aún, si usted cae en manos de personas ambiciosas y sin escrúpulos, que dicen ser expertas en operaciones o tratamientos pero que finalmente no funcionan.

Creo que esto le ocurrió a Malissa Jones, joven británica que se corrió el riesgo de reducirse el estomago. Esta operación se conoce en Estados Unidos como una cirugía bariátrica.

Malissa Jones, durante su vida ha estado en constante peligro de muerte a causa de su peso. En enero del 2008, contaba 18 años y una severa obesidad; con sus 215 Kg era la más gorda del Reino Unido y su vida corría serio peligro, motivo por el cual se sometió a una cirugía de reducción de estómago. Hoy, tres años después, padece anorexia nerviosa, pesa 50 Kg. y su vida vuelve a correr peligro.

Entre medias, tras el by pass gástrico, Malissa perdió más de la mitad de su peso, conoció a un chico y se quedó embarazada. A los seis meses de gestación, por una complicación hepática, fue necesario practicarle una cesárea y el bebé murió por desnutrición, consecuencia de la mala alimentación de la madre.

Desde entonces se niega a comer: “Comer me da malestar físico”. “No me estoy matando de hambre deliberadamente, pero en este momento prefiero morirme de hambre a obligarme a comer”, señaló Malissa. “Estoy demasiado flaca, y me impresiona mi propio cuerpo y me duele tragar y digerir cualquier cosa me da calambre”.

La joven se debate entre la vida y la muerte.